A propósito del lanzamiento de la versión “Letra con Acordes” de Flor y Canto, cuarta edición, quise reflexionar acerca de la importancia de esta popular versión en el contexto de la música litúrgica hispana. Esta versión es altamente preferida por los músicos “de oído”, aquellos que aprendieron a tocar algún instrumento sin mucha preparación académica y que participan en la liturgia tocando principalmente la guitarra. La versión “Letra con Acordes” se caracteriza porque contiene la letra de los cantos y sobre ella se incluyen los acordes en solfeo, orientando al músico en la ejecución.
Aunque esta reflexión no se trate de historia, es muy importante empezar por recordar lo que explica la Dra. María Luisa Muñoz: “En 1838, las escuelas públicas de Boston incorporaron la música escolar en sus programas de estudio y, veinte años más tarde, en 1860, la mayoría de los Estados habían seguido su ejemplo.” (La educación musical en Latinoamérica, Revista Música Chilena, p. 59) Casi cien años más tarde, aproximadamente hacia finales de la década de 1940, recién se funda la Asociación Latinoamericana de Educación Musical (ALADEM), bajo los esfuerzos de la Unión Panamericana, hoy mejor conocida como la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta asociación fue la que hizo posible que algunos países de Latinoamérica iniciaran clases de música.
Además, es importante anotar que la educación musical en muchas partes de Latinoamérica está basada en el aprendizaje de la música bajo el método de solfeo, conocido por enumerar las notas (Do Re Mi…) a diferencia del aprendizaje de la música usando letras (C, D, E…), usado en muchas otras partes del mundo, como en Estados Unidos.
Aquí algunas razones que hacen que la versión de Letra con Acordes sea de gran utilidad para muchos músicos hispanos en Estados Unidos y Latinoamérica:
- Es una versión simple: Los himnarios o cancioneros que contienen los acordes junto a la letra no incluyen las armonías, los compases y muchos otros elementos de la música formal, que normalmente aparecen en una partitura. Así, esta versión provee un acceso fácil y rápido a la música.
- Es una versión intuitiva: Los acordes que aparecen en la letra de los cantos siguen un patrón, una secuencia, la cual muchas veces puede ayudar al músico “de oído” a familiarizarse con melodías de una manera orgánica, sin necesitar partituras.
- Es una versión en solfeo: Aunque no todos los himnarios que incluyen letra con acorde lo hacen, las versiones de Flor y Canto sí incluyen la versión de Letra con Acordes en solfeo, conocida por nombrar las notas “Do Re Mi…” en lugar de “C D E…” Un gran número de músicos aprenden con este sistema de anotación musical.
Muchos músicos católicos que llegan a los Estados Unidos buscan expresar su fe a través de la música, usando sus guitarras, u otros instrumentos, y acompañando en la liturgia, contando con los medios más conocidos por ellos y continuando con la tradición oral y el aprendizaje “de oído”. El himnario Flor y Canto, ya en su cuarta edición, reconoce esta realidad y produce esta versión especial para proveer las herramientas necesarias para estos músicos.
En las conversaciones que tuvimos oportunidad de entablar con algunos de ustedes, nuestros usuarios, durante los días del Congreso de Educación Religiosa de Los Angeles, tuvimos oportunidad de compartir un poco más acerca de esta versión y su importancia. Muchos ya esperaban con ansias que la versión Letra con Acordes de Flor y Canto, cuarta edición apareciera. Pero también justamente durante esa conferencia tuvimos oportunidad de compartir y mostrarles las otras versiones que Flor y Canto ofrece, que reúnen elementos y recursos que van desde lo más simple a lo más completo.
Examinemos las versiones para conocerlas mejor:
Versión de la Asamblea (Assembly version)
La versión de la asamblea es la versión más común y extendida de Flor y Canto. Esta es la versión que aparece en todas las bancas de las parroquias y que seguramente usted ha visto en más de una oportunidad. Esta versión contiene todos los cantos de Flor y Canto, es decir, 760 cantos que abarcan múltiples generaciones de católicos. La versión de la asamblea es muy variada y, por lo tanto, útil. Contiene cantos de alto rigor litúrgico, aprobados por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Esta versión es la más usada en parroquias. Los cantos de la versión de la asamblea incluyen también cantos de adoración, entendiendo tanto cantos de adoración a Dios, como cantos de la devoción al Santísimo, en la Adoración Eucarística. Esta versión incluye los cantos de más de una docena de arreglos para la Misa, que son cantos que acompañan la celebración litúrgica (el Santo, el Gloria, etc.) presentados en forma de arreglo completo.
Una de las características de todas las versiones de Flor y Canto ha sido seleccionar cantos de todas las regiones de Latinoamérica y España, de manera que cada comunidad se siente reflejada en los cantos que han acompañado nuestra vida de fe, a través de letras y ritmos variados, desde guitarras hasta tambores caribeños. Además, otra novedad de esta cuarta edición es la inclusión de más temas bilingües y temas de jóvenes compositores, como Jon Carlo o Athenas. Estas valiosas nuevas contribuciones conectan con generaciones más jóvenes, que no encuentran barreras de idioma o prefieren un estilo más contemporáneo.
En nuestra siguiente entrega continuaremos explorando las versiones que forman parte de este conjunto de Flor y Canto, cuarta edición.