OCP se complace en participar en Peregrinos de la Esperanza: Jubileo 2025, que se llevará a cabo hasta el 6 de enero de 2026. Los años jubilares ordinarios ocurren cada 25 años. Son tiempos especiales de misericordia que incluyen peregrinaciones, procesiones, reconciliación y, especialmente, indulgencias jubilares. En “Spes non confundit/ la esperanza no defrauda”, su bula que anuncia el Jubileo 2025, el Papa Francisco enfatizó varias formas en las que podemos vivir el tema de la esperanza este año, y nos animó a todos a participar “tanto el anuncio de esperanza de la gracia de Dios como los signos que atestiguan su eficacia” (6). A continuación, se presentan varias ideas para participar el Jubileo 2025 de maneras grandes y pequeñas todo el año.
Esperanza y paciencia
Los años jubilares nos obligan a dar un paso atrás y considerar las formas en que aceptamos la misericordia de Dios y la extendemos a los demás. Pueden servir como un recordatorio importante de lo que es importante en nuestras vidas ocupadas, que pueden estar tan llenas de distracciones y preocupaciones. En particular, el Papa Francisco nos anima a buscar signos de esperanza durante el Jubileo de 2024: “Por ello, es necesario poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considéranos superados por el mal y la violencia. En este sentido, los signos de los tiempos, que contienen el anhelo del corazón humano, necesitado de la presencia salvífica de Dios, requieren ser transformados en signos de esperanza” (7). También enfatiza la importancia de la paciencia y lo difícil que puede ser desarrollarla en la era de Internet y las redes sociales.
Obras de misericordia
En su bula, el Papa Francisco también pide muchas obras de misericordia específicas durante este año jubilar. Nos pide, individual y comunitariamente, a través de nuestros gobiernos, que trabajemos por la paz, promovamos la vida humana, muestreemos amnistía a los prisioneros, atendamos a los migrantes, curemos a los enfermos, acompañemos a los ancianos, perdonemos las deudas, perdonemos a los delincuentes y más.
Peregrinaciones y lugares sagrados
La peregrinación es obviamente un tema muy importante del Jubileo 2025, cuyo tema es “Peregrinos de la esperanza”. El Papa Francisco escribe:
“No es casual que la peregrinación exprese un elemento fundamental de todo acontecimiento jubilar. Ponerse en camino es un gesto típico de quienes buscan el sentido de la vida. La peregrinación a pie favorece mucho el redescubrimiento del valor del silencio, del esfuerzo, de lo esencial. También el año próximo los peregrinos de esperanza recorrerán caminos antiguos y modernos para vivir intensamente la experiencia jubilar. Además, en la misma ciudad de Roma habrá otros itinerarios de fe que se añadirán a los ya tradicionales de las catacumbas y las siete iglesias. Transitar de un país a otro, como si se superaran las fronteras, pasar de una ciudad a la otra en la contemplación de la creación y de las obras de arte permitirá atesorar experiencias y culturas diferentes, para conservar dentro de sí la belleza que, armonizada por la oración, conduce a agradecer a Dios por las maravillas que Él realiza.” (5)
Aunque las finanzas, el tiempo, la salud y otras innumerables circunstancias nos puedan impedir hacer una gran peregrinación internacional, también hay formas de participar en un peregrinaje de esperanza más cerca de casa. Durante el Jubileo de 2025, una visita piadosa a cualquier basílica menor, santuario mariano o santuario nacional permitirá a los fieles obtener una indulgencia jubilar.
Reconciliación
El sacramento de la reconciliación es un aspecto importante de cada año jubilar. El Papa Francisco describe la reconciliación como “hermosa oportunidad espiritual” y “un paso decisivo, esencial e irrenunciable para el camino de fe” (23).
Reflexión sobre nuestro bautismo
Reflexionar sobre nuestro bautismo es especialmente oportuno durante un Jubileo centrado en la esperanza. El Papa Francisco promueve la pila bautismal octogonal como objeto de reflexión durante el Jubileo 2025: “En la fuente bautismal se inaugura el octavo día, es decir, el de la resurrección, el día que va más allá del tiempo habitual, marcado por la sucesión de las semanas, abriendo así el ciclo del tiempo a la dimensión de la eternidad, a la vida que dura para siempre. Esta es la meta a la que tendemos en nuestra peregrinación terrena” (20).
Indulgencia
Las indulgencias son una hermosa manera de participar en la misericordia y la gracia de un año jubilar, y una manera concreta de invertir en la esperanza durante el Jubileo 2025. Las indulgencias plenarias se pueden obtener durante el año haciendo una peregrinación, visitando un lugar sagrado o realizando una obra de misericordia y penitencia, además de cumplir las condiciones de recibir los sacramentos de la reconciliación y la comunión, desapegándose del pecado y rezando por las intenciones del Papa.
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